Efraín:
Cuando decidiste venir a este plano, dejando tu esencia original, adoptaste un traje humano para vivir una experiencia en este avatar seguramente escogiste ser una persona justa y ecuánime. Claro que al principio te equivocaste y cometiste muchos errores al igual que todo ser humano marcando negativamente tu vida; sin embargo tuviste tiempo para enmendar tus notas rojas y ponerte al día con tu creador y tus seres amados.
Al llegar a mi vida aportaste momentos maravillosos e inolvidables que quedaron surcados en mi corazón, me enseñaste a amar, a sacar provecho de los momentos difíciles y de prueba, a disfrutar día a día, a perdonar, pero no me enseñaste como se vive sin ti.
En el cofre de recuerdos, guardo nuestros mejores momentos tales como: cuando reíamos, cuando contábamos y también cuando llorábamos juntos y terminábamos burlándonos el uno del otro, así construimos nuestro camino hasta acá.
Doy gracias al Eterno por concederme pasar estos 44 años llenos de felicidad junto a ti.
Hemos compartido momentos difíciles y otros de felicidad; sin embargo, tuvimos retos y obstáculos impenetrables , pero aprendimos a enfrentar y a cruzar derribando murallas y moviendo montañas que luego nos sirvieron de aprendizaje e inspiración para ayudarnos a ser fuertes y a crecer y formar nuestro carácter superando cada adversidad.
Sellamos tanto nuestro amor, que no hacía falta hablar para entendernos y saber lo que nos queríamos decir, compartimos códigos secretos que solamente nosotros sabíamos su significado y descifrábamos nuestro secreto.
Te doy gracias por haberme dado tres excelentes hijos, que si uno de ellos me faltara, nada ni nadie llenaría ese lugar, ya que cada uno cuenta con una personalidad única por lo tanto me retan aprender y a comprender y eso complementa mi felicidad.
Tu espacio en la mesa quedará vacío, al igual que en mi corazón. Guardaré en mis ojos tu última mirada, guardaré en mi oídos tus últimas palabras, guardaré en mi corazón tu última sonrisa, y sin duda guardaré en mi pensamiento todo lo que tú representas. Siempre serás parte de mí vida y cuando esté triste, recordaré lo que siempre me decías “ No estes triste mi amor, no estes triste que de los tristes no hay nada escrito “.
Efraín; No te doy un adiós sino hasta luego, y espérame para cuando sea mi turno, quizá para entonces ya haya terminado el proyecto que juntos comenzamos.
Quería ayudarte a transicionar a la luz donde te espera la paz y el absoluto amor indescriptible, pero fue cobarde y mi temor de perderte, no me dieron el suficiente valor para ayudarte, pero sé que estás allá donde mora lo mejor tu Creador te espera con un galardón en su mano como símbolo de aprobación al hijo que fue escogido.
Te llegó tu turno y no te pude detener, tus alas ya estaban prestas para volar y como sabias que la muerte no existe, diste el paso sin dudar y te vestiste de luz.
Brilla Efraín brilla el el más allá ojalá tu luz me pueda consolar.
No quiero que mi calendario se estacione el día que tú partiste porque quiero celebrar la vida, la vida que entraste a disfrutar con tu nuevo renacer.
En la lista de tus deseos, me hiciste prometer no llorar y lo he tratado de la mejor manera de decirte ve en paz , no te quedes quejar.
Después que encuentres la vida al otro lado, te sentirás más liviano , libre y feliz y allá vamos todos sea ya ósea después, pero quiero irme esbozando la canción que la verdadera vida no comienza al nacer sino al abandonar este vehículo que llamamos cuerpo .
Hasta siempre mi amor
Vuelve a casa
Tu esposa
Graciela